Las microfinanzas se refieren a todos aquellos servicios financieros orientados a la población más vulnerable. En nuestro país existen numerosas instituciones que se dedican a proveer estos servicios. Varias de ellas utilizan una metodología de banca comunal, que consiste en prestar una suma de dinero a un grupo de entre 15 a 20 mujeres que son solidariamente responsables por el repago de dichos préstamos.
Gracias a esta red de contención, las emprendedoras logran romper con varios prejuicios relacionados con la inclusión de género: “que las mujeres no somos buenas administradoras”; “que el dinero es sólo cosa de hombres”; “que, para entender de finanzas, hay que saber mucha matemática, “para eso son mejor los hombres”, entre otros.
Así es como las microfinanzas logran empoderar a las mujeres, y, en muchos casos, ellas se convierten en generadoras del principal ingreso de su hogar. Se forma un círculo virtuoso alrededor de la mujer y su emprendimiento, a partir del cual ellas generan sentimientos de “seguridad”, “sentirse útil y valiosa”, “ser un buen ejemplo para mis hijos/as”, en palabras de muchas mujeres que hemos conocido en este camino.
El premio Propulsar – que comenzó en Argentina como el Premio al Microemprendedor/a-, hace 10 años tiene por con el objeto de destacar la importancia de estos emprendimientos en la lucha contra la pobreza y el empoderamiento de la mujer.
Algunos de los casos de mujeres que conocimos: la madre de ocho hijos –uno de ellos con una discapacidad- que se acercó a la institución de microfinanzas para sumar a su empleo de maestranza un emprendimiento de comercialización; la joven que salió de la mayor pobreza gracias a su esfuerzo y en el proceso, también descubrió que podía dejar atrás una pareja abusiva; la mujer que fue haciendo crecer su oficio de modista hasta tener su propia marca de ropa; y la mujer que comenzó con su taller de costura y decidió abrir un espacio donde dar clases a otras mujeres.
Este año, desde la Comisión Nacional del Microcrédito (Conami) dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de La Nación, se puso en marcha un proyecto que busca capacitar a 150 formadores en Educación Financiera -siguiendo el modelo desarrollado por OIT luego de verlo en las capacitaciones de Propulsar- para que se propague ese conocimiento entre emprendedores/as como también población en general.
En esta edición también quisimos hacer un reconocimiento especial a esas mujeres emprendedoras que quizás no tienen la trayectoria comercial sobresaliente que ameritaría el premio, pero sí un gran esfuerzo personal y creatividad para generar recursos donde escasean. De esa sorpresa que cada año nos dejaba con las ganas de reconocer el logro, nació el Mujer Microemprendedora con impacto social.
Fuente: https://www.ambito.com/opiniones/emprendedores/las-microfinanzas-y-las-mujeres-n5073687